lunes, 28 de junio de 2010

Motocicletas y desvirgamientos


Hola a todos mis pequeños.

Se que últimamente he perdido la costumbre de escribir un post semanal, pero es que he estado muy liado últimamente. Normalmente esta es una excusa barata de la vagancia en la que se sume uno tras llevar ya casí dos años sin cotizar a la seguridad social (uno voluntario y otro forzoso), pero esta vez es cierto: se acerca el examen final de alemán y me juego 300 euros en el aprobado; tenemos varias visitas confirmadas este verano y he tenido que estar mirando desplazamientos y alojamientos (por cierto, que caro es llegar hasta aquí); y he tenido que estudiar hasta la memorización un monton de información relativa a Hamburgo ya que me complace anunciaros que estoy trabajando de guía turístico.

Trabajo para la compañía del Free Tour en los nuevos tours en español que se han inaugurado conmigo y con dos personas más en Hamburgo. Me imagino que ya todos habréis oido hablar de esta clase de tour: te vas al Starbucks de la ciudad a mediodía y de allí parten en inglés y en castellano tours tourísticos que son de entrada gratuitos teniendo que abonarse tan solo una "aportación individual" o propina al final del mismo según valoréis el tour. Os aconsejo que no seáis rácanos pensando que los guías se forran porque no es así. Es un sistema fantástico porque la empresa se asegura de que el guía va a hacer el mejor trabajo posible para que la propina que reciba sea lo más alta posible ya que es su único salario. De momento no hemos tenido mucha gente, pero esto es debido al maldito mundial de futbol que ha hecho que la gente planifique sus vacaciones para más adelante y a que, al ser una oferta muy nueva, todavía necesitamos que el boca a boca se extienda así que, extenderlo por favor.



La otra noticia del fin de semana fue la celebración del "Hamburg Harley Days". Fue un poco molesto porque la concentración de Harley Davidson fue un éxito y tuvimos la ciudad llena de petardeos de tubos de escape a todas horas, pero también fue una gozada (hasta para mi que estas cosas me son bastante indiferentes) ver todas esas motocicletas tan elegantes, tan maqueadas y, en ocasiones, tan extrañas (el desfile en ocasiones parecía un capítulo de los "Autos Locos").



Por otra parte puedo por fin anunciar que el verano por fin ha comenzado en Hamburgo y que ya hemos dejado definitivamente la cazadora en el perchero. Eso si, la chaqueta siempre en la mochila, por si acaso.

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